29 de septiembre de 2010

Ni estoy contento, ni voy a hacer falsa comparsa - Cesar Guevara

Lo comparto pues me parece excelente reflexión de un hermano Venezolano, que aunque piensa diferente a mi en su concepción de un modelo político (lo cual respeto profundamente) tiene la misma visión de lo que esta pasando y destruyendo no solo al país, sino hasta la posibilidad de hacer viable una verdadera revolución. Agradezco al Sr. César Guevara por su sincera reflexión.

Ni estoy contento, ni voy a hacer falsa comparsa
Por: César Guevara
Fecha de publicación: 27/09/10


No me place el resultado de las elecciones y por primera vez acerté cabalmente un pronóstico. Que Aristóbulo cante ahora "victoria" después de haber dicho que de darse este resultado "sería una forma de ganar perdiendo", lesiona la credibilidad de todos. Lograr dos tercios de los curules era imprescindible, no una opción, y al no lograrlo la revolución salió derrotada. Además el voto general nos fue adverso aunque haya virtual empate técnico, así que aquí hay doble derrota. ¿Está usted, camarada amigo, lo suficientemente obnubilado como para no aceptarlo?


Veamos ahora las causas de la derrota. Archiconocidas lo son: corrupción, alto índice delictivo, arbitrariedad jurídica, inflación con especulación como componente primario, pésimo estado de los servicios públicos por ineficiencia y falta de compromiso, y horrible política comunicacional que nunca hemos podido manejar inteligentemente. Si esta revolución se pierde, la pierden una sarta de incompetentes que no entienden lo que es hacer gobierno.


Pero quien parece que entiende menos es Chávez. Mil veces se lo hemos escrito: Comandante no se gobierna sólo con incondicionales, sino con gente que tenga actitud, conducta y competencia revolucionarias. Se lo dijeron Muller y Tascón, se lo han escrito Francisco Sierra Corrales, Obny y yo, entre muchos más. Le reitero algo: la derrota de la revolución venezolana sería la última del Socialismo mundial. Usted ha tenido once años para hacer lo que predica y no lo ha hecho. Se le está acabando su tiempo y con él el nuestro. De eso no nos recuperaremos más. ¿A qué lo invito? A lo que pregona y no ha cumplido: a revisar, rectificar y reimpulsar. Excuse mi claridad, Comandante; yo lo sigo y lo respeto, pero no lo reverencio. "Por ahora" le toca a usted excusarse ante el País socialista Veamos si tiene las bolas para hacerlo como las tengo yo para pedírselo
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